Practicar la gratitud con regularidad tiene un pequeño impacto en tu vida, tu salud y tu bienestar mental y emocional. Pero no termina ahí. También tendrá un gran impacto en quienes te rodean y en el mundo en general cuando comiences a expresar tu gratitud hacia afuera y a compartirla por todas partes.
Practicar la gratitud y concentrarse en la positividad es más fácil de decir que de hacer. Especialmente si estás luchando contra la ansiedad y la depresión. Si alguna vez te encuentras hundiéndote en el pozo profundo de la depresión, busca ayuda si la necesitas. No hay nada de malo en hablar con un consejero o recibir terapia. Es lo más inteligente que se puede hacer.
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Voy a contarles un pequeño secreto que aprendí hace años y que me ha sido muy útil. En lo que te enfocas sucede. Cuando practicas la gratitud, estás entrenando tu mente para que sea más positiva y esto tiene algunas implicaciones físicas interesantes. Practicar la gratitud y el pensamiento positivo afecta directamente la química de tu cerebro.
Como te sientes, lo feliz que estás, lo estresado que estás, incluso lo bien que duermes, puede parecer que está fuera de tus manos, pero en realidad es una decisión que tomas. Puedes elegir estar agradecido por lo que tienes y la felicidad seguirá.
La gratitud es algo poderoso y solo estamos rascando la superficie cuando se trata de descubrir los diversos efectos mentales y físicos que tiene en nosotros. Echemos un vistazo a algunos de ellos para darte una idea de lo que puedes esperar si empiezas a hacer del sentimiento de gratitud un enfoque diario.