racticar la gratitud y concentrarse en la positividad es más fácil de decir que de hacer. Especialmente si estás luchando contra la ansiedad y la depresión. Si alguna vez te encuentras hundiéndote en el pozo profundo de la depresión, busca ayuda si la necesitas. No hay nada de malo en hablar con un consejero o recibir terapia. Es lo más inteligente que se puede hacer.
Cuando las cosas no van tan mal, hay muchas cosas que puedes hacer para despegarte de toda esa negatividad. Empieza por reconocerlas y ponerlas en palabras. ¿Cómo te sientes exactamente? ¿Es ira o molestia? ¿Frustración o decepción? Trata de ser específico. Cavar profundo. Sí, puede ser doloroso y algunas personas prefieren evitar pensar en estos sentimientos, pero el primer paso para despegarse es determinar exactamente donde te encuentras emocionalmente.

Una vez que hayas identificado el sentimiento, puedes comenzar a trabajar para descubrir qué lo causó. A veces la respuesta es obvia. Otras veces, no tanto. En cualquier caso, te animo a que profundices porque a menudo la respuesta obvia no es la verdadera causa raíz. Sí, es posible que estemos enojados con nuestros cónyuges por aumentar la factura de la tarjeta de crédito, pero si profundizas, puedes descubrir que hay algunos valores fundamentales subyacentes que no se alinean entre ustedes dos.
Una vez que encuentres la verdadera razón de tus sentimientos negativos, puedes comenzar a trabajar para resolverlos. Tu apariencia variará de un caso a otro. La conclusión importante aquí es que te brinda algo específico y significativo para hacer. Ya no te sientes fuera de control o indefenso. Es algo con lo que puedes trabajar y eso solo te ayudará a pensar de manera más positiva.
Además, te permite distanciarte un poco de los sentimientos negativos. Es posible que aún estés molesto con tu cónyuge, pero también te da el espacio para recordar todo lo que amas de él o ella. Te da el espacio para actuar fuera de la negatividad y tener una buena relación mientras resuelves las cosas. Y a veces, puedes darte el espacio mental que necesitas para darte cuenta de que depende de ti decidir si quieres seguir viviendo en la negatividad o elegir una ruta de perdón. No puedes cambiar todo ni a todos. A veces, tu camino hacia la positividad es reconocer tus sentimientos negativos y luego dejarlos ir.

Por supuesto, todo esto es más fácil de decir que de hacer. Un diario puede ser una gran herramienta para ayudarte en el camino. Intenta hablar con un amigo cercano o un confidente cuando te sientas atascado y no puedas ver un camino hacia la positividad. Una perspectiva externa puede dar mucha claridad. La meditación también puede ser útil.
Por último, pero no menos importante, rodéate de positividad. Sal y disfruta de la naturaleza. Dedica algún tiempo a ayudar a los demás. Y no te olvides de recordarte a ti mismo con regularidad todo aquello por lo que debes estar agradecido.
Este artículo es parte de la serie: El poder curativo de la gratitud