os hidratos de carbono son nutrientes que el cuerpo descompone para crear azúcar. Al igual que otros nutrientes, los hidratos de carbono también aportan vitaminas y minerales. Pero, ¿qué tiene esto que ver con la pérdida de peso?
¿Por qué necesita el cuerpo el azúcar?
Las células de nuestro cuerpo utilizan el azúcar para producir energía y el cerebro funciona exclusivamente con ella como combustible. Así que, al igual que la gasolina de tu coche, los carbohidratos mantienen el motor en marcha. Y aunque también es cierto que tu cuerpo puede funcionar con grasa y proteína durante un tiempo, con el tiempo tendrá que volver a los carbohidratos, de lo contrario empezará a comer su propio músculo como combustible, lo que no es una buena idea cuando se está a dieta, ya que disminuye la tasa general de quema de calorías de tu cuerpo.
Dos tipos de combustible
Hay dos tipos de hidratos de carbono: simples y complejos. Los carbohidratos simples se absorben fácilmente y proporcionan energía rápida al cuerpo. ¿Alguna vez has echado mano de una chocolatina cuando te sientes cansado? Eso es que estás alimentando a tu cuerpo con carbohidratos simples para obtener el impulso que necesitabas. Otros ejemplos de hidratos de carbono simples son la miel, los cereales de desayuno, los panes y galletas hechos con harina blanca, el zumo de frutas y la mayoría de las galletas saladas.
Los hidratos de carbono complejos no se digieren tan rápidamente ya que suelen contener fibra y, por tanto, no provocan los picos de azúcar en sangre. También aportan muchos más nutrientes que los azúcares simples. Algunos ejemplos de carbohidratos complejos son los cereales integrales, las frutas, las verduras y las legumbres.
Se ha hablado mucho de los carbohidratos y de cómo dificultan la pérdida de peso. Hasta cierto punto es cierto: si comes demasiados carbohidratos, tu cuerpo acabará almacenándolos en forma de grasa. Además, cuando sigues excediéndote con los carbohidratos, te vuelves perezoso, tienes sobrepeso y retienes agua. Pero la cuestión es que el cuerpo necesita carbohidratos para alimentar el cerebro, crear glóbulos rojos (un componente clave de la sangre) y reparar las heridas. Entonces, ¿cuánto es demasiado?
Estudios científicos recientes demuestran que la ingesta diaria de hidratos de carbono entre 100 y 150 gramos al día está justo donde usted quiere estar; suficientes hidratos de carbono para que su cuerpo funcione de manera saludable y eficiente, pero sin que se interponga en el camino de la pérdida de peso. Por supuesto, si hace un ejercicio extenuante a diario, se está recuperando de una enfermedad o de una operación, o tiene otros problemas de salud como la diabetes, su nivel óptimo de ingesta de carbohidratos puede ser diferente, y en algunos casos, dramáticamente diferente. Lo mejor es que consulte a su médico para estar seguro.
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